¿Son factibles las ciudades inteligentes sin comprometer la privacidad?
Las tecnologías inteligentes apuntan a mejorar las condiciones de vida en las ciudades, pero son capaces de poner en cuestionamiento nuestra privacidad. ¿Hasta dónde puede llegar lo “inteligente”? Prácticamente todas las ciudades inteligentes, incluidas las de Dubai y China, se han convertido en ciudades de vigilancia.
Las ciudades inteligentes buscan desarrollar e implementar proyectos que buscan cambiar la forma en que habitamos en ciudad, de forma que una cantidad de cuestiones relativas a la vida urbana se hallan con el añadido de el adjetivo “inteligente”: transporte inteligente, manejo de residuos inteligente, energía inteligente, salud inteligente y seguridad inteligente. Estas etiquetas tratan de alinear los desarrollos de las tecnologías digitales, generar espacio para la innovación y gestionar de mejor forma los entornos urbanos.
Primeros avances
Para orientarse un poco, Sidewalk Labs forma parte de una división de Alphabet orientada al desarrollo de ciudades inteligentes. Un año atrás, Sidewalk Labs y Waterfront Toronto publicaron su plan para transformar una parcela de 4,9 hectáreas de tierra en el lago Ontario en una ciudad del futuro, donde todo estaría digitalizado. Sin embargo, en este momento el proyecto se encuentra en medio de una controversia acerca de cómo será el uso de los datos aportados por teléfonos inteligentes, sensores y similares.
Luego de manejar una propuesta de un manejador de datos, Sidewalk Labs ha perdido a su consultora y experta líder. La propuesta buscaba administrar la recopilación de datos dentro del vecindario inteligente de Toronto, Quayside, con la salida de la consultora, el escepticismo aumenta sobre Sidewalk Labs y los datos urbanos que han de recopilar en Quayside. Por ello se maneja un enfoque donde se de garantía primordial a la privacidad durante cada fase del proceso de diseño, creando un equilibrio entre los derechos civiles y el acceso requerido para poder desarrollar ambientes más inteligentes, eficientes y amigables con el ecosistema.
¿Está comprometida la privacidad?
Entre los temas principales de discusión siempre se encuentra la privacidad. Y es que un grupo de ciudadanos de Toronto no tienen una total confianza en el proyecto a causa de la reputación de Google como negocio de publicidad.
Aunado a ello, la vaga información sumistrada por Sidewalk acerca de la recopilación de datos, aumenta la desconfianza. No obstante, Sidewalk Labs no ha sido del todo específico debido a que no ha concretado nada aún, la investigación y consideración sigue en proceso.
La sociedad sitúa a las tecnologías en una dimensión que se ve demasiado afín y necesario el aporte al desarrollo: con más tecnología, se dice, estaremos siempre mejor. Pero existen ámbitos en los cuales la tecnología no es perpetuamente una respuesta o, al menos, donde la inserción de tecnología puede generar riesgos mayores a sus eventuales beneficios. Un aspecto donde esto resulta de gran importancia es el de la privacidad. La contraparte más clara del problema de la vigilancia es el valor que le atribuimos a nuestra privacidad, sobre todo en espacios públicos.
Es por todo esto que es fácil identificar y entender que hoy, más que nunca, la privacidad es un concepto en disputa y que las consecuencias de las decisiones que se tomen hoy serán acarreadas por las generaciones futuras.
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